PROCRASTINAR significa aplazar una tarea o decisión que tienes pendiente.
A todos seguro que nos ha pasado alguna vez. Como cuando nos disponemos a ir al gimnasio y siempre ocurre algo más importante que hacer. O tienes que ponerte a estudiar aunque antes decides despejar tu mente un poco y ver una película acaba y te enganchas a la siguiente, o te levantas temprano para correr y que horror está lloviendo… o decido que esta semana no es buena para ir a la revisión médica, al dentista… en definitiva estoy PROCRASTINANDO.
Pero: ¿Qué estoy aplazando actualmente?
¿Qué opinión tengo sobre mi mismo que me impide hacer lo que quiero?
¿Qué temor se oculta tras esta idea?
¿Es un tema de ser perezoso?
Procrastinar es la acción de diferir, de aplazar decisiones, tareas que no nos son agradables por otras que representan para nosotros algo agradable y hasta incluso lúdico.
La idea de que somos unos perezosos, unos vagos no es del todo cierta, detrás de la procrastinación hay siempre algo más:
- Falta de motivación.
- Miedo a no saber qué y como tienes que hacerlo.
- Miedo al fracaso, a la vergüenza, al rechazo al triunfo.
- Excesivo perfeccionismo.
El que procrastina le cuesta mucho llevar una vida organizada, se le hace muy difícil llevar a cabo, a su tiempo, hasta la tarea más simple porque siempre encontrará un momento mejor para realizar lo que debe de realizar . Se dirá a si mismo: “lo termino mañana” , “no es tan urgente”, “puede esperar”...
El que procrastina en un momento de pánico de estrés puede realizar la tarea o tomar la decisión o estudiar el examen o terminarlo porque ya no queda más remedio. Lo que ocurre es que ¿nos damos cuenta de cuanto potencial estamos desperdiciando?.
Si las tareas las realizo cuando debo realizarlas las hubiera hecho con calma y disfrutando, las habría hecho correctamente y seguro que habría obtenido mejores resultados.
Ser un procrastinador es vivir bajo estrés, bajo la ansiedad, al final es la adrenalina la que se ocupa de que la persona postergadora consiga llegar a la meta, aunque a costa de sufrir durante días consciente o inconscientemente. De tener esos nervios en el estómago, esa presión en el pecho…
Algunos clientes me comentan que ya se han acostumbrado a trabajar bajo esa presión y han llegado hasta pensar que son más eficaces y tienen ideas más brillantes cuando trabajan así . ¿¿¿Cierto??? ¿O es otra manera mas de sabotearse?
¿Has comprobado lo que es no procrastinar? ¿Qué sensación has tenido? ¿Cómo has vivido el resto de los días sin esas tareas pendientes?. ¿Igual de culpable?
La única manera de dejar de procrastinar es empezar a realizar lo que no nos gusta sin pensarlo. Así de sencillo y fácil.
Según Tal Ben Shahar experto en psicología positiva, el mejor remedio contra la procrastinación es seguir “la regla de los 5 minutos”. Es decir empezar a hacer aunque nos cueste, porque si dejamos que pasen 5 minutos antes de empezar a realizarlo nuestro inconsciente y consciente buscarán miles de excusas para sabotear la acción, para no llevarla acabo, estará todo perdido y otra vez te dejarás embaucar por la propia tela de araña de pensamientos que tu mismo has tejido.
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