A nadie le gusta ser juzgado

A nadie le gusta ser juzgado, aunque todo lo que hacemos, pensamos... puede ser objeto de juicio. Todos hemos juzgado en alguna ocasión y nos han juzgado también.

Cuando somos juzgados, criticados si no poseemos una sana autoestima este juicio puede tambalearla.

Nada podemos hacer para dejar de ser victimas de los juicios,  tan solo hay que trabajar la manera en la que nosotros dejamos que esos juicios entren dentro de nuestra mente y afecten nuestro estado emocional y nuestro comportamiento.

“No hagas nada, no digas nada, no seas nada y así nadie te va a criticar”.

 Elbert Hubbard

Fortalecer nuestra autoestima, saber que no le vamos ni tenemos que gustar a todo el mundo, tener claro cual es nuestro propósito, cuales son nuestros valores, cómo los estoy aplicando en mi día a día  y como estoy siendo de coherente con ellos, de esta forma conseguiremos que cuando seamos juzgados tengamos tan claro lo que somos y lo que nos sustenta que no nos afectará.

Por eso cuando nos veamos tentados a hacer juicios sobre algo o alguien deberíamos hacer el ejercicio de “ponernos en sus zapatos“  y caminar durante un tiempo con ellos, seguramente si lo hacemos el juicio dejará de ser tal ,comprenderemos las razones que le han llevado a actuar así y lo respetaremos.

Sin embargo para caminar con los zapatos del otro debemos de hacer un gran ejercicio de empatía y de humildad. 

Empatizar es ponerse en el pellejo del otro no desde nuestro pellejo sino desde el suyo y ver la realidad desde su punto de vista no desde el nuestro.

Las personas realmente empáticas son capaces de deshacerse de su propia autobiografía, de sus mapas mentales y fluir con las emociones de la otra persona.

Viendo el mundo desde donde lo ve ella y comprendiendo lo que siente.

En absoluto empatizar quiere decir que estés de acuerdo con lo que piense y sienta la otra persona. Puedes no estar de acuerdo.

Empatizar quiere decir que aun no pensando ni sintiendo lo que la otra persona, la comprendes y respetas profundamente.

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¿¿SER O PARECER ?? ¿¿QUÉ ELIGES??

Hasta que punto estamos dejando de SER, para PARECER.

Reconozco que no es fácil, no.

No es fácil poner limites a la personas y a los acontecimientos….

Salir de nuestra tan repetida ya zona de confort, nos cuesta… casi es de valientes que se atreven… aunque para atreverse a hablar sin molestar diciendo lo que uno quiere y no callar no es tarea fácil... hay que aprender a ser asertivo. La buena noticia:  SE CONSIGUE.

Con entrenamiento sí, ¡es verdad! A no ser que esa sea una fortaleza tuya porque tengas como en Andalucía se dice: “To el arte”.

Aunque por regla general la gente o no llega o se pasa con sus comentarios. Así que para no callarte y aprender a hablar sin ofender hay que aprender a empatizar y ser asertivos,  el coaching te ayuda a conseguirlo.

Aprender a pedir a la gente es igual de difícil que aprender a ser generoso…..  Ahí hay muchas creencias que nos están limitando a conseguirlo. Muchas tienen que ver con nuestra autoestima, con nuestra historia personal por supuesto. En consecuencia por no ser capaces de pedir, por aguantar por quizás miedo a que nos digan que no, nos quedamos solos.

Y  esa careta que mucha gente se tiene que poner porque teme que la etiqueten de …siesa, de frívola y superficial, de egoísta, de interesada, de demasiado aduladora… En definitiva ni blanco ni negro… Al final no somos lo que sentimos y lo que somos.

Parecemos lo que nosotros creemos creer que los demás quieren y necesitan. 

¿Jugamos a ser aprendices de brujos?. ¿Por qué no aprendemos a respetar los juicios que los demás tienen sobre nosotros y seguimos nuestro camino siendo nosotros mismos? ¿Tanto nos cuesta?. Obviamente la respuesta es si. Queremos gustar a todo el mundo queremos ser aceptados, necesitamos alimentar y seguir alimentando nuestro ego…

Al final  del camino uno se encuentra que su brújula interior está marcando al norte y la exterior al sur. ¿Qué incoherencia?. Las consecuencias son enfermedades, soledad tristeza, ira, desconexión interna. No saber quien realmente se es…

Porque como dice Luis Bueno:

Ser tú no era fácil .
Ser otra . Era imposible.

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¿Qué es escuchar con empatía?

Según el diccionario:

“Empatía es la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”.

Es comprender primero lo que le ocurre al otro en vez de juzgar, es un cambio de paradigma muy profundo.  Ya que la mayoría de las personas escuchan para dar respuestas, para contestar, para prepararse para hablar y así  meter sus propios paradigmas, sus juicios en la conversación .

Las personas realmente empáticas son capaces de deshacerse de su propia autobiografía, de sus mapas mentales y fluir con las emociones de la otra persona metiéndose en el pellejo y en los zapatos  de ella comprendiendo así lo que le ocurre, viendo el mundo desde donde lo ve ella y comprendiendo lo que siente.

En absoluto empatizar quiere decir que estés de acuerdo con lo que piense y sienta la otra persona, puedes no estar de acuerdo, empatizar quiere decir que aun no pensando ni sintiendo lo que la otra persona , la comprendes y respetas profundamente.

¿Qué es escuchar con empatía?

Es escuchar no solo con los oídos , sino con todos tus sentidos (oídos, ojos...) y con el corazón. Es como ya he dicho comprender profundamente percibiendo, sintiendo, intuyendo. Nos centramos en la comunicación de una forma más sutil, entendiendo a un nivel tan profundo como que captamos el alma de la otra persona. La conexión surge cuando muestras respeto hacia tu interlocutor y te pones a su nivel para que se sienta cómodo.

Cuando uno escucha con empatía con un deseo sincero de comprender desde el corazón,  la otra persona se siente acogida se siente en conexión con el otro, valorado ,afirmado, apreciado.

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