Cuando somos juzgados, criticados si no poseemos una sana autoestima este juicio puede tambalearla.
Nada podemos hacer para dejar de ser victimas de los juicios, tan solo hay que trabajar la manera en la que nosotros dejamos que esos juicios entren dentro de nuestra mente y afecten nuestro estado emocional y nuestro comportamiento.
“No hagas nada, no digas nada, no seas nada y así nadie te va a criticar”.
Elbert Hubbard
Fortalecer nuestra autoestima, saber que no le vamos ni tenemos que gustar a todo el mundo, tener claro cual es nuestro propósito, cuales son nuestros valores, cómo los estoy aplicando en mi día a día y como estoy siendo de coherente con ellos, de esta forma conseguiremos que cuando seamos juzgados tengamos tan claro lo que somos y lo que nos sustenta que no nos afectará.
Por eso cuando nos veamos tentados a hacer juicios sobre algo o alguien deberíamos hacer el ejercicio de “ponernos en sus zapatos“ y caminar durante un tiempo con ellos, seguramente si lo hacemos el juicio dejará de ser tal ,comprenderemos las razones que le han llevado a actuar así y lo respetaremos.
Sin embargo para caminar con los zapatos del otro debemos de hacer un gran ejercicio de empatía y de humildad.
Empatizar es ponerse en el pellejo del otro no desde nuestro pellejo sino desde el suyo y ver la realidad desde su punto de vista no desde el nuestro.
Las personas realmente empáticas son capaces de deshacerse de su propia autobiografía, de sus mapas mentales y fluir con las emociones de la otra persona.
Viendo el mundo desde donde lo ve ella y comprendiendo lo que siente.
En absoluto empatizar quiere decir que estés de acuerdo con lo que piense y sienta la otra persona. Puedes no estar de acuerdo.
Empatizar quiere decir que aun no pensando ni sintiendo lo que la otra persona, la comprendes y respetas profundamente.
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