Os dejamos un artículo escrito a raíz de los atentados de París del 13 de Noviembre. Es una reflexión escrita en caliente y sobre la marcha viendo los detalles tal fatídico día. Hemos considerado no publicarlo durante esos días y esperar un tiempo razonable para ver con más perspectiva y con mente más clara para poder reflexionar. Aquí os lo dejamos.
En estos momentos en que gran parte de la población mundial está conmocionada por los acontecimientos acaecidos en París, cabe hacer una reflexión…
¿Hasta cuándo?, ¿hasta cuándo tanto odio? ¿Hasta cuando tanta ira? Es un conflicto muy difícil de resolver… ¡tan primario!… ¿puede que sea la lucha de egos?
¿Es la lucha de ellos? Es la falta de
respeto hacia otras posturas, pensamientos, ¿otros credos?
Hay que partir de la base de que el ser
humano desde que nace es único y como tal debe ser respetado y querido en esa
unicidad en la que a la vez forma parte del todo, y en ese todo deberían de
tener cabida todas y cada una de las unicidades individuales, deberían de ser
respetadas deberían de no ser juzgadas sin embargo el hombre al poseer la
libertad de elección elige y al elegir
ser superior a los otros no respetando, juzgando y atacando las ideas, las
creencias de los que no piensan como el… Se convierte en soberbio, se convierte
en mezquino y así comienza esta rueda interminable de causa y efecto.
¿Cómo se soluciona? Si lo supiera… aunque desde luego si sé que como dijo
Albert Einstein:
“Los
problemas no pueden ser resueltos en el mismo
nivel de pensamiento en el que fueron
generados”.
La violencia, el egoísmo, la ira no puede seguir siendo el elemento motivador para resolver los conflictos de la humanidad.
Tanta lucha de egos en el que a cada
parte le gusta que las cosas sucedan como a cada uno quisiera, en el que la
realidad para cada uno se ve bajo el prisma que cada uno quiere, en el que cada
parte tiene una visión muy limitada de la realidad en el que cada uno entiende a su manera la forma de
ver el mundo es en definitiva egoísmo, y pocas conflictos se pueden resolver
desde posturas egoístas y poco empáticas.
Como decía mi abuela “¿quién debe ceder
el paso… el que viene por la derecha o el que viene por la izquierda? y me
decía hija ni el que viene por la izquierda ni el que viene por la derecha lo
debe de hacer aquél que tenga más
educación.
Hay
que reconocer que para empezar a resolver el conflicto hay que tener más conciencia y por conciencia me refiero a
amplitud de ella. Sentido común.
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