Muchas personas están acostumbradas a guardar todo su sufrimiento para ellas quizás simplemente por una cuestión de educación; quizás desde pequeños no se les ha educado a expresarlas.
De esta manera crecen con la idea de que si
demuestras sus emociones serás considerado débil y vulnerable…
¿Cuántas enfermedades están provocadas por la somatización de todas estas emociones reprimidas?
Si las reprimimos, a la larga, el cuerpo
se resiente porque las emociones viven encarceladas en el cuerpo y al no
gestionarlas; al no darle salida, al final se vuelven en nuestra contra y el
cuerpo enferma. Hay multitud de estudios científicos referentes a este tema.
Desde tiempos lejanos ya la milenaria Medicina China trata este tema.
En estos últimos tiempos la medicina
tradicional se está quedando corta y cada vez tiene más auge la medicina
integrativa y holística, que tiene en cuenta aspectos fisiológicos, psicológicos,
nutricionales y sociales. Se trata de una medicina orientada a la restitución
de la salud, lo que supone un análisis global de las causas que originan una
determinada patología.
El cuerpo físico ya no es el culpable y el único que siente los síntomas y que padece las causas. El cuerpo emocional, las emociones son también responsables de muchas de las posibles causas.
Pues bien dejemos de amurallar y de callar nuestras emociones. Empecemos a
expresarlas de una manera sana y asertiva para que, de esa manera, no se queden
arraigadas en nuestro interior, en nuestro cuerpo y este empiece a enfermar por
que nos autodevoramos.
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